Lisboa, la Ciudad de la Luz

Lisboa, la Ciudad de la Luz

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Lisboa, la Ciudad de la LuzTan cercana y accesible como a menudo desconocida, Lisboa tiene mucho que mostrar. Los barrios de Alfama, el Chiado, y Belém, una magnífica gastronomía, el rincón más occidental de Europa...

Y todo con la nostálgica melodía del fado como telón de fondo.

Lisboa, la capital de Portugal, la del Fado, la  ciudad del estuario del Tajo… se encuentra lo suficientemente cerca como para dedicarle un fin de semana, como mínimo. Es un lugar de fácil acceso al que se puede llegar por tierra, mar y aire, en tren o en coche, a pie o en bicicleta, o incluso en barco. Por ello quien no haya estado jamás en Lisboa es, en realidad, porque no ha querido.

Lisboa, la Ciudad de la LuzSi se llega a la capital lusa en avión, un autobús de la línea 91 es la manera más rápida y barata de acercarse al centro de la ciudad. La plaza del Comercio está a tan sólo 10 paradas. Otra buena idea es acercarse a la oficina de Turismo de Lisboa que hay en el aeropuerto, junto al vestíbulo de llegadas, y allí comprar un “taxi-voucher”, un sistema prepago de taxi que garantiza un precio fijo hasta el lugar deseado de la ciudad. Los lisboetas son gente encantadora, amable y siempre dispuesta a ayudar al viajero, ante cualquier duda que se le presente.

La oferta hotelera de Lisboa es completa y exhaustiva, desde las excelentes Pousadas hasta las grandes cadenas hoteleras internacionales, pasando por los acogedores hoteles boutique. Un pequeño hotel, Lisboa Prata Boutique Hotel, por ejemplo, en pleno centro de la ciudad, a escasos cinco minutos de la plaza del Comercio, resulta una excelente opción. Ocupa un edificio renovado del siglo XVIII que mantiene todo su encanto original. Dispone de 25 habitaciones.

Dia 1

Una buena ruta para empezar a conocer la ciudad es partir de la citada Praça do Comercio, también llamada popularmente “Terreiro do Paço” (plaza de Palacio), auténtico "Km Cero" de Lisboa. Se trata de una enorme explanada junto al río Tajo, de unos 180 por 200 metros de lado, que fue un terraplén junto al Palacio Real. Es una de las plazas más grandes de Europa, y sus orígenes se remontan a comienzos del siglo XVI cuando el Rey Manuel I decidió construir un nuevo Palacio Real junto al río y extramuros. Ese palacio fue conocido como Paço da Ribeira y suponía el abandono del castillo de San Jorge como residencia real.

Lisboa, la Ciudad de la LuzA la plaza del Comercio se entra tras cruzar el arco de Rua Augusta, recién rehabilitado y que da acceso también a un fabuloso mirador sobre la urbe, desde donde se observa la plaza, la Baixa Pombalina, la Catedral, el Castillo de San Jorge y, claro, el siempre presente río Tajo (o Tejo, como lo denominan aquí). La plaza del Comercio se encuentra flanqueada en tres de sus cuatro lados por los antiguos edificios palaciegos, mientras la cuarta cara da directamente al estuario del Tajo, y fue durante muchos años la puerta de entrada a la ciudad por donde accedía la nobleza de la época.

También ha sido uno de los escenarios donde se han vivido algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de Portugal: el atentado que acabó con la vida del rey Carlos y su  hijo Luis Felipe en 1908; el levantamiento de las fuerzas armadas en 1974, con la llamada “Revolución de los Claveles” que supuso el fin de la dictadura... En la actualidad, la inmensa explanada es peatonal, y se utiliza para eventos culturales y espectáculos.

El Paço da Ribeira , por su parte, está ocupado hoy por oficinas gubernamentales, y en la esquina noreste se encuentra el café más antiguo de Lisboa, Martinho da Arcada, en otros tiempos frecuentado por los lisboetas más leídos. También se encuentra en la plaza el Lisboa Story Centre, un espacio innovador dedicado a la historia de la capital portuguesa, inspirado en la amplia gama de hechos y acontecimientos que han dado forma a la ciudad.

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Igual que un libro bien ilustrado, el Centro de Historia de Lisboa transporta a los visitantes en un viaje fascinante a través del tiempo. Este centro de interpretación ofrece al visitante, a través de la guía de audio del sistema, un periplo de 60 minutos, por el tiempo y el espacio, a través de escenarios dramatizados.

La plaza, por supuesto, también está llena de lugares donde descubrir el buen yantar de esta tierra. Una gran opción puede ser Can The Can (www.canthecanlisboa.com). Este restaurante disfruta de una amplia terraza bajo los soportales  de la plaza, y casi todos sus platos están basados en el pescado. Es un lugar donde la tradición del salazón, las conservas y los productos frescos se cruzan y se combinan en un nuevo concepto de gastronomía mediterránea (con aires atlánticos), de manos del chef Akis Konstantinidis.

Ya al anochecer, de regreso al hotel, vale la pena pasear por el pintoresco barrio de la Alfama, de origen medieval. Es como un pequeño pueblo, y se erige como una cápsula del tiempo de Lisboa, cuando ésta fue arrasada por el terremoto de 1755, y sólo la Alfama se mantuvo en pie gracias a sus cimientos sólidos como una roca.

Mañana del día 2: Lisboa de moda

Lisboa, la Ciudad de la LuzVale la pena levantarse temprano para descubrir las colinas y los barrios más típicos de Lisboa, los contrastes de Barrio Alto o la sofisticación de Lapa. Una buena manera de hacerlo es a través de los tranvías turísticos, de color rojo, que simplifican la tarea al viajero.

Siguen el conocido como “Tour de las Colinas”, y aunque el recorrido es de una hora y media, es interesante realizar bajadas en diferentes puntos del itinerario y continuar el paseo con el siguiente tranvía.

En este recorrido se puede visitar también la Catedral o Sé (seo), la Basílica de Estrela, el Monasterio de San Vicente de Fora, el Castillo de San Jorge....

Lisboa, la Ciudad de la LuzEl tour del tranvía termina en la plaza del Comercio, y desde aquí es recomendable dirigirse a la zona de Baixa, y aprovechar para visitar el MUDE -Museo de Diseño y Moda-, un espacio innovador que se encuentra alojado en un antiguo banco, y que pretende ser un punto de encuentro y debate entre la creación experimental y la producción industrial, una discusión sobre la relación diseño/arte/artesanía o una reflexión sobre los retos urbanos, noticias socio-económicas, ambientales y tecnológicas. Ubicado en pleno centro de Lisboa, el MUDE presenta una colección permanente que ofrece la historia de la moda durante el último siglo. Piezas de algunas de las principales figuras del diseño como Philippe Starck o Arne Jacobsen se encuentran en el museo, además de modelos de YSL o Jean Paul Gaultier.

Despues de la intensidad del MUDE es quizá el momento de reflexionar sobre lo visto y sentido en una buena cervecería. Por ejemplo, Cervejaria Trindade (www.cervejariatrindade.pt), considerada como la más antigua de Portugal. Es una parada indiscutible en la ruta gastronómica lisboeta. Dispone de amplios salones del antiguo convento de la Santísima Trinidad, y en su carta destaca por la amplia variedad de pescados y mariscos, y por supuesto por sus excelentes cervezas.

Día 2 por la tarde: en las alturas

Lisboa, la Ciudad de la LuzLisboa realizó una gran transformación a fines del siglo XX. El Parque de las Naciones, un espacio vivo, dinámico y multifuncional, es un buen ejemplo. Fue escenario de la última Exposición Mundial que se celebró en el siglo X X, la Expo de 1998, y gran motor de la Lisboa contemporánea, un espacio donde lisboetas (y visitantes) se divierten, disfrutan de espectáculos, pasean, hacen deporte, van de compras... viven.

Es una buena idea acercarse al Oceanário de Lisboa, inaugurado durante la Expo 98. Es uno de los mayores acuarios públicos de Europa, y tiene como misión promover el conocimiento de los océanos y sensibilizar a los ciudadanos para con la conservación del Patrimonio Natural. El Oceanário colabora con varias instituciones en proyectos de investigación científica, la conservación de la biodiversidad marina y la promoción del desarrollo sostenible de los océanos.

Lisboa, la Ciudad de la LuzLa experiencia técnica y científica de los biólogos e ingenieros del equipo garantiza la excelencia de la exposición y asesora a varios acuarios y otras instituciones similares. Para disfrutar este gran acuario es necesario dedicarle un par de horas, y así poder ver desde las exposiciones temporales hasta disfrutar del gran acuario, donde nos encontramos a los grandes tiburones, los peces luna y los fascinantes peces mantas, entre otras especies. Frente al Oceanário se encuentra un teleférico que con un recorrido de algo más de un kilómetro llega a la Torre Vasco de Gama, una estructura de acero de 145 metros de altura considerada el edificio más alto de Lisboa, donde recientemente se ha construido un hotel de cinco estrellas.

El paseo en teleférico pasa por encima de las antiguas instalaciones de la Expo 98, como es el caso del Pabellón Atlántico (ahora una gigantesca sala de conciertos), el Casino de Lisboa, y el Pabellón del Conocimiento, entre otros, sin dejar de mencionar el gran Puente Vasco de Gama, que cruza el río Tajo y que, con sus 17 kilómetros de longitud (de los cuales 10 se suspenden sobre el agua), es el más largo de Europa.

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Una buena recomendación para digerir un día tan completo puede ser Ibo Restaurante (www.ibo-restaurante.com). Frente al estuario del Tajo, es un  establecimiento marinero de principios del siglo XX. Su cocina destaca por la fusión del los platos típicamente portugueses con la cocina africana.

Y para la última copa nada mejor que vivir la noche del Barrio Alto, el distrito más bohemio de Lisboa. Es un barrio tranquilo durante el día, pero ruidoso por la noche, cuando puede seguirse la fiesta de bar en bar. Y también sorprenderse con una interesante velada de fado, un canto que acaba de ser incluido en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Lisboa, la Ciudad de la LuzEl fado esta considerado como la expresión musical más conocida (e íntima) de la música portuguesa, y en él se expresan los momentos más difíciles o malos de la vida a través del canto. Las casas de fado son establecimientos que se encuentran en algunos de los barrios más antiguos de Lisboa (Barrio Alto, Alfama, Lapa o Alcântara), que suelen abrir sólo por las noches. Aquí, después de tomarse un buen vaso de vino, se baja la intensidad de la luz, se hace silencio absoluto y empieza un espectáculo de ambiente íntimo dominado por las voces dulces de los fadistas. Aunque hay fados alegres, los melancólicos son los que cuentan con más admiradores.

Día 3 la mañana: aire libre

El tercer día del fin de semana se puede dedicar a conocer los alrededores de Lisboa, por lo que después del desayuno vale la pena acercarse a Mafra, a tan sólo 40 kilómetros. Allí está el Palacio Nacional, el mayor edificio portugués construido en el siglo XVIII. Es un monumento grandioso, que además de ser un palacio con 666 estancias, es convento (para 300 frailes), e incluye una basílica. Es uno de los edificios más grandes de Europa y en realidad son dos palacios en uno, el llamado “Palacio del Rey” y un segundo denominado -por supuesto- el “Palacio de la Reina”. Ambos están conectados por una larga galería de 232 metros considerada como la sala palaciega también más grande de Europa. La residencia cuenta además con una fenomenal biblioteca con más de 36.000 títulos y un gran número de incunables.

Lisboa, la Ciudad de la LuzDesde Mafra es buena idea dirigirse a la preciosa villa de Sintra, donde debe visitarse el Monte de la Luna, uno de esos lugares llenos de magia y misterio en el que la naturaleza y el hombre se han conjugado en una simbiosis tan perfecta que la Unesco lo catalogó como Patrimonio de la Humanidad. Cerca de allí se encuentra también la Quinta Regaleira, un palacio construido a inicios del siglo XX por el millonario Antonio Augusto Carvalho Monteiro (1848-1920) con la ayuda del arquitecto paisajista Luigi Manini (1848-1936). Envuelto por una frondosa vegetación, el Palacio de la Regaleira supone un descubrimiento fascinante. Fue edificado en estilo romántico historicista recuperando formas arquitectónicas y decorativas góticas, manuelinas y renacentistas, mezcladas con simbología mítica y esotérica. Destaca especialmente la Capilla de la Santísima Trinidad que permite bajar a la cripta y, también, descender por una escalera en espiral al monumental pozo iniciático donde el visitante atraviesa una gruta que le conduce hasta un sorprendente lago situado en el medio de los jardines.

Lisboa, la Ciudad de la LuzEn la zona hay diversos bares y tabernas donde tomar un tentempié, y tras éste hay que dirigirse al Parque de Montserrate. Situado a cuatro kilómetros del centro histórico de Sintra, este conjunto palaciego es un impresionante testimonio del eclecticismo artístico del siglo XIX, donde los motivos vegetales exóticos y la decoración de interior se extienden armoniosamente en el exterior. También acoge uno de los jardines botánicos más ricos de Portugal, con más de 2.500 especies diferentes de flora.

Lisboa, la Ciudad de la LuzLa última parada es el Cabo da Roca, el punto más occidental de Europa, un lugar que impresiona por sus acantilados de más de 140 metros de altura y sus vistas al océano. Sin duda la mejor hora para disfrutarlo es al atardecer, con sus espectaculares puestas de sol. Un extraordinario enclave para despedirse de Lisboa (aunque sin ánimo de aguar la despedida, hay que tener en cuenta que estamos en una de las zonas más ventosas de Portugal).

Cómo llegar

Iberia tiene 4 vuelos diarios de Madrid con destino a Lisboa y Vueling tiene 2 vuelos diarios de Barcelona a Lisboa. La compañía aérea TAP Portugal ofrece también vuelos desde varias ciudades españolas www.Iberia.es / www.vueling.com / www.flytap.com

Renfe, por su parte, cuenta con un tren nocturno, el Tren Hotel Lusitania, que sale de Madrid y llega a Lisboa por la mañana. www.renfe.com

Recordar finalmente que Portugal basa su horario en el Meridiano de Greenwich, por lo que hay una diferencia horaria con España de -1h.

Alojamiento

Lisboa, la Ciudad de la LuzLisboa disfruta de una amplia oferta de alojamientos. Una buena propuesta es el Altis Grand Hotel www.altishotels.com/ES/ Hotel Altis Lisboa,  esun cinco estrellas que combina elegancia y confort con la mejor ubicación en el centro de la ciudad. Ha sido recientemente renovado con 300 habitaciones y suites, incluyendo 200 habitaciones de luxe totalmente reformadas, con magníficas vistas.

También es una buena recomendación Solar do Castelo (www.heritage.pt ), dentro de las murallas del castillo de São Jorge. Se le conoce como "Palacete de las Cocinas" por haber sido construido en el lugar de las antiguas cocinas de los Palacios de Alcáçova.

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Este palacio del siglo XVIII dispone de 14 acogedoras habitaciones, y está situado en una de las áreas más hermosas de Lisboa, en el corazón del centro histórico. Por su parte, el Lisboa Prata Boutique Hotel (Tfno: +351218 805 020 ) es pequeño pero confortable y se encuentra en la céntrica zona de Baixa Pombalina.

Qué comprar

Los productos más típicos de Lisboa son la cerámica, los bordados, los quesos y los vinos. Los más recomendables son aquellos productos elaborados artesanalmente. La oferta es muy amplia, y se encuentran desde los pequeños comercios tradicionales hasta las más modernas tiendas con las marcas internacionales.

Para ampliar información: www.visitlisboa.com www.visitportugal.com

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