Músculos, kilts y gaitas: ¡Los Juegos de las Highlands!

!Si es verano, viva Escocia! La temporada estival pone en marcha por todo el país los Juegos de las Highlands, con su receta infalible: cultura, deporte y actividades comunitarias. Pero  este año será especial porque se celebra por todo lo alto el Bicentenario del Encuentro de Braemar.

Buenas noticias para los amigos del kilt, los fans del tartán y los apasionados de la gaita porque con el verano se despliega todo un festival de música y deporte en el que participa la población local y atrae a visitantes de todo el mundo.  Las Asociaciones de Juegos de las Tierras Altas escocesas, más de sesenta,  dan vida a estas multitudinarias celebraciones, verdadera seña de identidad de la cultura escocesa, que añaden color y diversión estival en medio de sus  espectaculares paisajes.

Pero el momento álgido llegará el primer sábado de septiembre con la celebración del Encuentro de Braemar en la región de Aberdeen, el más tradicional, que cumple dos siglos de actividad ininterrumpida, todo un  escaparate de lo que hace tan rica, única y variada la cultura escocesa.

Una diversión real

En 1815 nació con algo de discreción y modestia la Real Sociedad de las Tierras Altas de Braemar, pero con el tiempo fue haciéndose más solida su actividad y hoy es una referencia mundial. Tanto es así que la familia real británica procura no  perderse sus convocatorias y torneos y suele acudir desde su residencia de verano, el cercano Castillo de Balmoral. La de este año promete hacer época como uno de los grandes acontecimientos en las Tierras Altas y su  programa especial, se desarrollará en The Princess Royal y el Duke of Fife Memorial Park en el propio  Braemar, el próximo  5 de septiembre desde las 9,30 de la mañana a las 17,00 de la tarde. El problema será elegir entre su variada oferta de gala  de aniversario en un ambiente de alegría y diversión asegurada.

Una de las tradiciones más arraigadas de esta Sociedad, que mantiene sus propias reglas, son las carreras a pie, pues con ellas se inició su actividad en 1832. Pertenecen a la categoría de las pruebas ligeras de campo a través y por eso no faltará este año la marcha de montaña hasta el cerro Morrone, al suroeste de la propia Braemar, y las carreras de relevos combinados en el condado de Atholl.

Para este año también se ha reforzado la categoría de pruebas pesadas con la presencia de destacados atletas de nivel internacional que competirán con los locales midiendo su destreza, fuerza y resistencia en las modalidades de lanzamiento de troncos, la más singular; de  martillo escocés sin mover los pies de sitio y arrojando la bola con un pequeño mango de un metro  y pesos de diferentes formatos y reglas.

Otro de los juegos que más pasión desata es el tradicional  juego de la soga, con su tira y afloja,  el tug-of-war,  que mide la fuerza de los clanes rivales. Los saltos de longitud, las carreras infantiles de sacos y mucho más aguardan a los visitantes.

El sonido más escocés

Y que no falte el dulce sonido de la gaita escocesa que lo inunda todo en una atmósfera musical llena de tradición en la que participan gaiteros de alto nivel. Con la demostración de solos o en abierta competición de clanes, la gaita caldea el ambiente y anima a los bailarines a ondear sus kilts, la falda de cuadros, sin que falte los Ceilidhs, danzas de siempre como la de las espadas o el Highland Fling. Abundantes  puestos de comida y bebida a lo largo del recinto permiten reponer fuerzas y que la gran fiesta no decaiga.

Arte en las Tierras Altas

Para templar tanta excitación la región de las Highlands ofrece otro aliciente irresistible en sus  numerosos castillos, algunos de más de mil años, esparcidos por un paisaje de magia y verdor. La Reina Madre utilizaba el Castillo de Mey en Caithness cerca de las Orcadas y también cerca de la costa se encuentra el de Dunrobin de estilo francés.

Fort George en Inverness es la fortaleza de artillería más completa de Gran Bretaña y hacia el oeste podremos visitar el de Ballindalloch, La Perla del Norte,  o Cawdor y su conexión con Shakespeare, pero en el fondo será difícil resistir la tentación de asomarse al Castillo de Urquhart a orillas del Lago Ness por si acaso divisamos alguien especial entre sus tranquilas aguas. Aún más al oeste nos encontraremos con la Isla de Skye, el castillo y jardines de Dunvegan sobre una roca y otro al que es un crimen visitar sin cámara de fotos: el Castillo de Eilean Donan, uno de los monumentos más fotografiados de Escocia.

Descárgate la agenda de los Juegos de las Highlands Para más información www.visitbritain.es