De safari en África Ecuatorial
De safari en África Ecuatorial
Reportajes Viajes 20 Mayo 2018 5321 hits
- Detalles
- Categoría: Reportajes Viajes
- Publicado el 20 Mayo 2018
- Escrito por Texto y fotografías Andrés Magai
Por las Tierras de Kenya y Tanzania
¿Quién no ha soñado alguna vez con hacer un safari fotográfico por África? Yo no conozco a nadie que en un momento dado no le hubiera gustado visitar las inmensas llanuras de África al estilo Memorias de África, o ver los leones como en Soñé con África, o visitar a las tribus Masai como se ven en las Minas del Rey Salomón. Pero en este reportaje no vamos a hablar de películas, nos vamos de Safari en 4x4 por las míticas tierras de los Masais, de los leones y los gigantescos elefantes.
Para hacer este safari (viaje en Swahili) elegimos Kenia y Tanzania, tras casi 16 horas de viaje, entre vuelo y escalas, llegamos al aeropuerto de Nairobi (Kenia), es mediodía, y nos espera nuestro Conductor-Guía, después de los tramites aduaneros de rigor, salimos del aeropuerto y subimos a nuestro flamante Toyota Land Crusier, vehículo especialmente preparado para realizar safaris, tracción 4x4, con 6 plazas para estar cómodos, con el techo especialmente preparado para abrirse y poder otear la amplia sabana que nos espera, volante a la derecha (estamos en una antigua colonia Británica), en el coche nos espera nuestro cocinero, vamos haremos un safari de acampada, así que después de los correspondientes saludos nos ponemos en marcha.
Kenia es el país de los safaris por antonomasia, con una superficie superior a los 580.000 Km2 tiene una población de unos 30 millones de habitantes, los idiomas oficiales son el Swahili y el Inglés.
Nairobi es la capital del país, con una sensación de caótica, coches por todos los lados, la gente cruza las calles jugando a esquivar el atropello, los semáforos son escasos, y los existentes suelen ser ignorados, es la magia de esta ciudad. Después de un buen rato de callejeo salimos de la ciudad, y nos dirigimos al primer destino de nuestro safari, vamos al Reserva Nacional de Masai Mara, al norte oeste de Nairobi, tenemos por delante unos 335Km.
Comenzamos nuestro safari
Una de las impresiones que tenemos al salir a carretera son los vehículos, la gran mayoría todoterrenos principalmente Toyotas y Land Rover, algún Mitsubishi, también hay gran cantidad de minibuses abarrotados de gente que van de un sitio a otro de forma frenética.
Nos dirigimos a la Reserva Nacional de Masai Mara, uno de los Parques emblemáticos de Kenia. Este se encuentra en el borde de la frontera con Tanzania lindando con el Parque Nacional de Serengeti.
El Mara, como lo llaman allí, es un parque con una superficie aproximada de 1800 Km2, es el más conocido de Kenia, el más visitado, el que tiene el mayor numero de animales, y para muchos el más bonito.
Por las llanuras del Mara
Su relieve esta marcado por sus inmensas llanuras hasta el horizonte, con sus grandes paisajes de sabana, salpicados por pequeños grupos de árboles y pequeñas islas de matorrales, donde suelen ocultarse interesantes grupos de animales, desde leones hasta guepardos. Siempre hay que estar preparado para cualquier sorpresa.
Nosotros tuvimos la gran suerte de ver la famosa Migración de los Ñues en su pleno apogeo, más de un millón de animales tapizando el Mara, Ñues y cebras, cebras y gacelas y como acompañantes especiales leones, hienas y los inseparables buitres, todo un espectáculo.
La Migración de los Ñues es un acontecimiento que se repite todos los años desde tiempos inmemoriales, comienza a primeros de año en las grandes llanuras del sur del Serengeti, para ponerse en marcha mas de 1.5 millones de animales con dirección al norte, coincidiendo con la llegada de la época seca, llegan a Masai Mara a finales de Julio, y aquí se reúnen hasta finales de octubre, momento en el que comienzan su viaje de regreso, así todos los años. Siendo este uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza.
Para poder disfrutar de la Reserva de Masai Mara, hay que dedicarle un mínimo de 3 días, así que nosotros nos preparamos para disfrutarlo al máximo, el primer día fuimos testigos de una cacería de leones a una cebra, cacería que termino con un resultado favorable para los felinos.
Una de las características de este parque es la permisividad en la realización de Off road, por lo que se puede ir de un lado a otro sin necesidad de ir por las pistas. Esto, que gusta mucho a los turistas tiene su contrapartida para los animales, a los cuales se les acosa de una forma peligrosa, poniendo en muchos momentos en verdaderos apuros a los mismos.
Siguiendo nuestro itinerario de Safari, fuimos bajando por el parque hasta llegar al famoso río Mara, éste es uno de los puntos álgidos dentro del recorrido de la migración, siendo paso obligado de los Ñues. Aquí es donde vimos algunos de los cocodrilos más grandes del planeta, animales de más de 6 metros esperando a que llegue su comida. Por algún motivo inexplicable, siempre cruzan por el mismo sitio, y nosotros pudimos ver un gran número de esqueletos de estos animales a ambas orillas del mismo.
En Masai Mara fuimos testigos de algunas de las puestas de sol que tan famosas son en África, con esos cielos rojos que dejan sin habla a quien los ve, solamente por esto ya merece la pena el viaje.
En las cercanías del parque se encuentran un pequeño grupo de poblados de Masais, donde es obligado ir para conocer un poco su cultura, hablar con ellos y por supuesto hacer unas cuantas fotografías. Los Masais siempre fueron un pueblo guerrero cuya principal actividad es el pastoreo de ganado bovino y ovino, siguen viviendo como hace cientos de años, bebiendo la lecha mezclada con sangre de sus vacas, portando sus largas lanzas y vestidos con sus conocidas telas de color rojo.
Con los Ñues al Serengeti
De Masai Mara fuimos acompañando a los Ñues hasta el Parque Nacional del Serengeti, ya en Tanzania. Serengeti, que en el lenguaje de los Masais significa “tierra sin fin”, es uno de los lugares más espectaculares de la tierra. Con una extensión de 14.763 Km2, casi tan grande como la Rioja hay que dedicarle un mínimo de otros tres días, para poder llegar a hacerse una idea de su grandiosidad.
Entramos por el norte, desde el área conocida como Lobo, siempre acompañados por una infinidad de Ñues y cebras, nos encontramos a las primeras manadas de elefantes. Como lo definen en muchas guías de África, Serengeti es el Reino Animal por antonomasia, aquí hay leones, cebras, gacelas, antílopes, cocodrilos, hipopótamos, guepardos, leopardos, impalas, y toda clase de aves. Es el sitio ideal para cualquier amante de la naturaleza. De hecho el Serengeti bien vale un safari por si mismo.
El Serengeti nos depara vistas que parecen alcanzar los confines de la tierra, con la sabana quemada por el sol y sin embargo, después de las lluvias se transforma de forma mágica en una interminable alfombra verde moteada de flores silvestres. Pero Serengeti no solo es sabana, también hay colinas boscosas, impresionantes termiteros, kopjes rocosos donde se suelen ocultar leones y leopardos, ríos donde es fácil encontrar hipopótamos y cocodrilos, repito todo un espectáculo para los sentidos.
Después de casi 8 horas conduciendo por las pistas del Serengeti llegamos hasta la zona de Seronera, justo en el centro de este parque, aquí es donde se encuentran acondicionados los terrenos para campar. Mientras montamos el campamento, nuestro cocinero nos prepara otra suculenta cena y volvemos a ser testigos de un precioso anochecer en África.
Acampar en el Serengeti, es acampar en el centro de la naturaleza, en el momento que desaparece el sol, y las estrellas con la luna se adueñan de la noche, poco a poco va comenzando a oírse los sonidos de la noche en la sabana, llegando el punto álgido cuando comienzan a oírse los rugidos de los leones. Esta es una de las más impresionantes e inolvidables experiencias de África.
Dedicamos tres días a recorrer este parque, pudiendo observar a las grandes manadas de elefantes, a muchos leones, grandes y pequeños cachorros, y tuvimos la suerte de ver en un mismo día a 3 leopardos, unos subidos en las acacias y otros paseando entre los matorrales.
La octava maravilla del mundo
La siguiente etapa, a 145 Km de carretera, nos lleva al zona de Conservación del Ngorongoro, aquí destaca por encima de todo el famoso cráter de Ngorongoro, una autentica reserva de animales, considerada por mucha gente como una de las grandes maravillas de la Naturaleza.
Lo primero que impresiona es su inmensidad, con unas medidas de 19 Km de largo y 16 Km de ancho, 304 km2, aquí todo es grande. Con una altura media de 2200m, el fondo se encuentra a1700m de altitud. Para poder acceder al mismo hay dos pistas de tierra una de subida y otra de bajada, que se caracterizan por su estrechez y por lo empinadas que están en algunos tramos.
En el centro del cráter se encuentra el lago Magadi, un lago con una alta concentración de sosa. Aquí es muy fácil ver grandes grupos de flamencos rosa y pelícanos, en sus cercanías siempre hay grandes rebaños de cebras y de Ñues, que se acercan a abrevar. En esta zona es bastante común ver apasionantes escenas de caza de leones.
El cráter del Ngorongoro es uno de los pocos sitios donde es fácil ver a los rinocerontes negros, pues al ser uno de los animales más acechados por los furtivos su número es realmente escaso en esta parte de África.
De Guerreros a bosquimanos
Después de pasar un día completo en el Ngorongoro nos dirigimos a las inmediaciones del Lago Eyasi, pasando por Karatu, una pequeña población donde nos reabastecemos de toda clase de suministros.
El lago Eyasi se encuentra a las faldas del Ngorongoro, y nos dirigimos allí para poder visitar los poblados de los Datogas, antiguos guerrero conocidos por su fiereza a la hora de entrar en combate, y posteriormente estaremos con los Bosquimanos Hadzabe, un grupo formado por unos 200 individuos divididos en pequeños núcleos familiares y que viven igual que hace cientos de años. Realmente pasar un día con ellos es toda una experiencia memorable.
Taranguire y los elefantes
Después del lago Eyasi nos encaminamos hacia el Parque Nacional de Tarangire, cubriendo una distancia aproximada de 160 Km de pistas, haciendo una pequeña parada en las inmediaciones del Parque Nacional de Manyara, conocido por ser el único que tiene los leones trepadores, leones que acechan a sus presas subidos a las ramas de los árboles.
El parque de Tarangire debe su nombre al río que lo cruza, este siempre se encuentra congestionado de animales, llegándose a contar manadas de más de 300 elefantes bebiendo de sus aguas. Los elefantes de Tarangire son uno de sus atractivos más importantes. Otra de las grandes atracciones de este parque son sus aves llegando a contar más de 500 especies diferentes.
Este parque, con una extensión aproximada de 2600 Km2, se encuentra a solo 118 Km de Arusha, meta de nuestro safari. Por una carretera asfaltada vamos llegando a nuestro último destino, Arusha. Esta es la ciudad de safaris desde aquí se organizan y parten la gran mayoria de salidas hacia los Parque que dejamos atrás.
Después de pasar un día de descanso en Arusha, hacer las últimas compras de recuerdos y regalos nos dirigimos hacia el Aeropuerto, situado en las inmediaciones del Kilimanjaro. Y mientras el avión despegaba pasando cerca de sus faldas nuestro pensamiento estaba absorto en esas tierras que acabábamos de dejar, y haciéndonos la promesa de volver.