Diario de viaje

Auf Wiedersehen Wien

Adiós Viena, hoy nos vamos de la Ciudad Imperial y, después de intensos días disfrutando de la KlimtMania en toda su intensidad, ya nos toca volver a nuestras casas. Sin embargo, antes de partir, todavía nos da tiempo de disfrutar de unas últimas visitas; así que aprovechamos el tiempo para visitar la Iglesia de St Leopold am Steinhof, y posteriormente visitar el edificio de la Caja Postal y de Ahorros.

Comenzamos la mañana con un poco más de prisa de lo habitual, hay que dejar todo preparado pues hoy nos volvemos a casa, hay que hacer el check-out, dejar la maleta en la recepción del hotel, y demás trámites habituales.

Después del desayuno, nos espera un mini bus que nos va llevar a visitar alguno de los monumentos y edificios modernistas más importantes de la ciudad. Comenzamos con la Iglesia Steinhof, St Leopold am Steinhof es la primera iglesia modernista del mundo, diseñada y construida por Otto Wagner, es un auténtico referente del modernismo mundial.

La iglesia forma parte de un centro psiquiátrico para cuya construcción se llamó a concurso, ganando Wagner el primer premio. Aunque el proyecto fue aprobado en su totalidad sólo se le encargó la construcción del templo, con algunas omisiones, como la cripta, que nunca se llegó a construir.

Con el tiempo se convirtió en uno de los símbolos de la ciudad de Viena y su cúpula dorada se ve desde todos los rincones de la ciudad. Fue restaurada en numerosas ocasiones, siendo la restauración terminada en 2006 una de las más profundas que se realizó en el edificio. La construcción de esta iglesia permitió a Wagner la materialización de las ideas que trazó en su estudio de 1899 “Die Moderne im Kirchenbau”, (La modernidad en la construcción de iglesias), a la vez que desarrolló un tema muy importante para él, la colaboración intensa con otros artistas. Otto Wagner creó una iglesia moderna, aunque siempre manteniendo los aspectos tradicionales, como la forma en cruz o la iluminación, y cambiando la imagen, las vidrieras o el cuenco del agua bendita entre otras.

Otto Wagner incorporó numerosas características relacionadas específicamente con la función de la iglesia dentro del complejo hospitalario siquiátrico:

• La mayoría de las esquinas están redondeadas y existen muy pocos bordes en la estructura,
• casi no hay cruces visibles,
• el área del sacerdote está potencialmente separada de la zona de los asistentes,
• el acceso al púlpito se realiza solamente a través de la sacristía.
• Las salidas de emergencia se construyen en las paredes laterales por si se presenta la necesidad de retira a un paciente de forma rápida, originalmente existían entradas separadas para pacientes femeninos y masculinos, los confesionarios eran más abiertos de lo acostumbrado.
• Existían instalaciones de tocador fácilmente accesibles dentro de la iglesia en caso de necesidad del paciente.
• Los bancos originalmente eran de distintos anchos para acomodar diversas categorías de pacientes: tranquilos, agitados, perturbados.
• La pila del agua fue diseñada por goteo para minimizar el riesgo de infecciones.

Después visitar este fantástico edificio nos dirigimos a conocer otra de las maravillas del Modernismo y también construido por Otto Wagner, la Caja Postal de Ahorros - Postsparkasse Wien. La Caja Postal de Ahorros de Viena, fue comenzada cuando el arquitecto tenía 62 años y la terminó con 71, resume toda la obra de su vida y conjuntamente con la Iglesia de San Leopoldo en Steinhof es considerada la obra más importante de Wagner y uno de los símbolos arquitectónicos de Viena. Conjuntamente con Berlín y Chicago, Viena se encuentra entre los lugares donde se fundó la “funcionalidad de la arquitectura” y este edificio responde plenamente a lo que se entiende por arquitectura moderna.

De los 37 proyectos presentados a concurso, fue ganador el de Wagner, comenzando a realizarse en 1904, con algunas modificaciones, con respecto a proyecto original, en la parte del techo y se finalizó, el primer edificio, en 1906.

Este edificio se encuentra en el llamado Ring, o Anillo, en el centro de la ciudad, justo enfrente del antiguo Ministerio de la Guerra.

Desde aquí enfilamos nuestro pasos hacia el Café Central. Se acercaba la hora del almuerzo, y este legendario café de escritores, situado en pleno centro histórico, era un lugar idóneo para nuestra última comida en Viena. Y después de un fantástico Wiener Schnitzel, (filete empanado vienes) y un zumo de manzana con gas, nos fuimos despidiendo de la ciudad al estilo vienés, Auf Wiedersehen Wien.

Sigue la galería completa del Diario de Viaje a Viena: 150 aniversario del nacimiento de Gustav Klimt.

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