Azores: 9 esmeraldas en medio del océano 1a Parte

Azores, esta cadena de islas portuguesas de origen volcánico, emergen en medio del Océano Atlantico debido a que se encuentran en la zona de fricción de las placas tectónicas euroasiática, norteamericana y africana. Es un punto caliente en constante actividad y se manifiesta en las diferentes zonas de fumarolas, aguas termales, conos volcánicos, auténticos volcanes completos como el de Pico  de 2.353m, e incluso en erupciones, la última en 1957 en la isla de Faial.

Sin embargo, este conjunto de islas volcánicas tienen una gran contraste con su abundante manto de vegetación que las recubre. Esto es debido a la fertilidad de sus tierras, al alto índice de precipitaciones que llegan del Atlántico y a las temperaturas cálidas debidas a la influencia de la corriente del Golfo. Todo ello le confiere unas condiciones excepcionales que conforman su aspecto rudo, agreste, oscuro y por contraste queda cubierto de un manto verde de tal forma que desde el cielo parecen 9 esmeraldas que emergen del azul del Océano.

Este archipiélago se encuentran a unos 1500km desde Lisboa y a 3800 de la costa americana. Pertenecen a Portugal, aunque es una región dotada de autonomía administrativa y política, se considera Región Autónoma de Portugal y forma parte de la Unión Europea como región Ultraperiférica.

Estas islas junto con Madeira, Canarias y Cabo Verde constituyen la región biogeográfica de la Macaronesia que significa “islas afortunadas”.

Las Azores se dividen en 3 grupos de islas: Grupo oriental: San Miguel y Santa María;  Grupo central: Terceira, Graciosa, San Jorge, Pico y Magdalena; Grupo occidental: Flores y Corvo.

Las islas poseen un clima Oceánico Subtropical suavizado por la humedad y la corriente cálida del Golfo por lo que su temperaturas son suaves con una temperatura media de 14º, salvo en Pico donde debido a su altura 2350m en invierno podemos encontrar nieve.

Las lluvias son regulares pero fundamentalmente en el periodo de octubre a abril aunque esto no es óbice de que en cualquier momento puedan entrar nubes del océano y en mismo día pasar de la lluvia al sol y de nuevo a la lluvia en el trascurso solo de unas horas.

En verano la temperatura media ronda los 24º por lo que son unas islas que pueden ser visitadas en cualquier época del año teniendo siempre en cuenta sus cambios a lo largo del día , por lo que debemos estar siempre preparados con un buen chubasquero.

Sus características especiales orográficas y climatológicas así como su aislamiento han propiciado la existencia y mantenimiento de un gran número de especias endémicas con un rico valor digno de ser protegido. La laurisilva cuyo origen está relacionado con los bosques húmedos del sur de Europa durante el periodo Terciario donde ya ha desaparecido sin embargo en las islas se mantiene en todo su esplendor.

Además existe una capa arbustiva de cedros y brezos de las azores, pau-branco y sanguino que recubre las islas dándole ese característico color verde. El hombre además ha hecho aportaciones que se han desarrollado y expandido perfectamente por este clima húmedo y propicio conformando parte del paisaje como la criptomeria, la araucaria, el metrosidero, cedro japonés  pino de Australia, dragos y por supuesto las hortensias que recubren carreteras, caminos y faldas de las montañas especialmente de la isla de Terceira.

En muchas zonas toda esta vegetación forma auténticos bosques húmedos que nada tienen que envidiar a una auténtica selva.

En cuanto a la fauna a pesar de toda esta riqueza vegetal los animales que se encontraron los primeros pobladores fueron escasos y el único espécimen autóctono de mamífero fue una especie de murciélago. Las aves que podemos ver son básicamente el ratonero, la pardela y el charrán.

Por el contrario sus fondos marinos esconden un gran tesoro al ser una zona de transición entre las corrientes ricas en nutrientes del norte y las aguas cálidas de las corriente del Golfo dota a esta agua de una gran riqueza. Se pueden observar 24 especies de cetáceos sobre  todo cachalotes e incluso ballena azul en los meses de verano, tortugas, delfines, tiburones, mantas gigantes, barracudas, meros, atunes.

Por lo que se ha convertido en un auténtico paraíso para los amantes del mundo submarino y la práctica del buceo así como un punto emblemático  para el avistamiento de cetáceos. Estas dos actividades le han dado un impulso económico con la creación de centros de buceo y barcos dedicados a la búsqueda de cetáceos como actividad recreativa para el turismo.

Hoy en día la agricultura básica de pastos y cereales y sobre todo la ganadería tanto para la exportación de carne como la industria láctea y sus derivados son una de las columnas básicas de la economía de las islas. Se han especializado en la exportación de una carne de gran calidad que ha ganado fama en el mundo entero y por supuesto no podremos irnos sin probar alguna de sus especialidades.

En cuanto producción de leche se dice que hay aproximadamente dos vacas por habitante lo que da una idea de la importancia del volumen de producción, a su vez poseen una gran variedad de quesos que se dan en todas las islas cada uno de ellos con unas peculiaridades y que son un verdadero manjar para ir explorando durante nuestra estancia en las islas.

También son importantes las plantaciones de té, tabaco de piña, y de azúcar que seguro que visitaréis en algunas de las excursiones por las islas.

En los últimos años se está intentando potenciar el turismo  a estas islas. Durante los meses de verano  existen vuelos regulares  directos desde la España con la compañía Portuguesa TAP, de junio a septiembre y el resto del año se puede llegar hasta allí vía Lisboa. Este turismo no es el típico de playas y grandes hoteles con todo incluido sino es un tipo de turismo ecológico y activo, de senderistas, amantes de la naturaleza, turismo rural y de balnearios, por lo que el proteccionismo de su entorno es muy importante para ellos.

Por lo tanto si viaja a estas islas no va a encontrar el turismo masificado de sol, playa y todo incluido sino que aquí encontrara una gran cantidad de actividades para desarrollar, visitas culturales, y una gran variedad de espacios naturales puesto que cada isla tiene unas peculiaridades a cual más atrayente.

Lo habitual es comenzar  por la isla mayor y la que suele ser la base de aterrizaje desde el continente, la isla de San Miguel denominada “isla verde”.  Es la más grande de las islas y la más poblada, por supuesto de origen volcánico está formada por dos macizos volcánicos, separados por una cadena de conos basálticos de entre 200 y 500m que recorren la parte central y hacia el oeste.

El pico más alto de la isla es el Pico de Vara con 1.150m. La capital estaba en Vila Franca do Campo pero debido al terremoto de 1522 que arrasó la ciudad,  es Punta Delgada la que asume la capitalidad.

La visita a la isla comienza por uno de los lugares geotérmicos por excelencia, las Termas de Ferreira a las que se desciende por un pequeño puerto de curvas pronunciadas y con unas magnificas vistas . Estas termas, lindando con el mar, nos ponen en contacto con el origen volcánico  de las islas. En primer plano hay una piscina exterior donde se puede tomar baños calientes con vistas al mar.

En el interior se puede hacer uso de varias salas con aguas de diferentes componentes para los distintos tratamientos. De nuevo fuera un paseo paralelo a la costa lleva hasta una cafetería con  unas vistas espectaculares a la costa con sus acantilados, rocas volcánicas cubiertas por una verde vegetación y de fondo el azul intenso del mar.

La siguiente parada es Caldeira das Sete Cidades una gran caldera de 12 km de perímetro que quedó en su estado actual tras la última erupción volcánica de 1445. Se compone de dos grandes lagunas separadas por un paso, la Lagoa Verde y la Lagoa Azul ambas flanqueadas por las murallas de las paredes del volcán recubiertas de una exuberante vegetación. Este espectacular paraje puede ser recorrido a pie por diferentes senderos y es uno de los lugares más apreciados para los amantes del senderismo, la bicicleta de montaña o los paseos a caballo.

Allí también se puede ver las pequeñas casas del pueblo de Sete Cidades con su iglesia neogótica precedida por todo un paseo de cedros alineados que te llevan hasta ella.  Y Desde allí se sube al Mirador do Rei desde donde admirar las dimensiones de este tremendo cráter volcánico en su conjunto.

Una de las mayores fuentes de ingresos de esta isla se encuentra en la exportación de té por lo que es recomendable la visita a una de estas explotaciones donde se puede conocer el proceso completo desde la plantación de los arbustos, el cuidado con el que tratan a la planta, así como el proceso y tratamiento con el método tradicional por lo que la calidad del producto es excepcional.

La piña ha formado parte durante muchos años de la vida y cultura de esta isla actualmente se sigue trabajando pero las cosechas no son tan productivas puesto que para la formación completa de una planta pasan entre año y año y medio hasta que se consigue el fruto. Se hacen todo tipo de objetos de esta planta desde conservas, venta del  producto al natural, textiles, licores.

Ya de vuelta a Punta Delgada se puede dar un paseo por la ciudad que de noche tiene un encanto especial,  comenzando por las Puertas de la ciudad que hoy se encuentran integradas en la plaza Plaza Gonzalo Velho Cabral pero que antes eran las puertas que daban paso a la ciudad a todos los barcos provenientes de mar adentro.

Pintadas de blanco en contraste con la piedra volcánica en el bloque central se encuentra el escudo de armas de la ciudad. A un lado podemos disfrutar de su magnífica Iglesia de San Sebastián en un estilo básicamente gótico combinado con un exterior manuelino junto con la torre del reloj, todo un magnífico conjunto arquitectónico.  A la izquierda de las Puertas de la ciudad se encuentra el Ayuntamiento  y enfrente una escultura  de San Miguel Arcangel, el patrón de la isla,  queda reflejada en la aguas de la fuente.

Más información: www.sata.pt/ http://www.visitazores.com/es

Continuara...