Noruega, en los confines del Norte
Noruega, en los confines del Norte
Reportajes Viajes 09 Junio 2014 7323 hits
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- Categoría: Reportajes Viajes
- Publicado el 09 Junio 2014
- Escrito por Texto y Fotos Nuria Rebollo
En esta ocasión nos encontramos en la región de Finnmark, la zona más septentrional del continente europeo, la Laponia Noruega. Una zona dura en invierno que durante el verano nos da una tregua para poder disfrutar de sus increíbles paisajes, cambios constantes de luz y de clima, el Sol de medianoche, Cabo Norte, los últimos integrantes de la cultura Sami y los peculiares y suculentos cangrejos gigantes.
Comenzamos el recorrido en la ciudad más grande de la región de Finnmark: Alta, que debe su nombre al fiordo que allí desemboca el Altafjorden. Con una población aproximada de 22.000 habitantes es uno de los puntos neurálgicos de la zona. Se dedican fundamentalmente al comercio, pequeñas micro industrias y cada vez más al turismo, con la llamada de las auroras boreales. Posee un puerto marítimo y además aeropuerto propio con vuelos directos desde Oslo.
Pero Alta posee además otros encantos por los que merece la pena ser visitada como son su extensa colección de grabados rupestres al aire libre declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1985.
De todos es bien conocido la necesidad que tiene el hombre de dejar huella de su paso por nuestro planeta, uno de los ejemplos mas impresionantes son estos Grabados de Hjemmeluft Jiepmaluokta. Son increíbles tanto por su cantidad como por su calidad, tienen una antigüedad entre los 6000 a los 2000 años. Realizados en diferentes fases y a diferentes alturas debido a los distintos niveles del mar en función de la altura de los glaciares, así los grabados situados en terrenos más elevados por lo general son más antiguos que los realizados en lo que ahora son las zonas más próximas al nivel del mar..
La piedra es arenisca cristalizada con alto contenido en cuarzo, muy antiguas de hace unos 1800 millones de años. No son pinturas rupestres, como decimos, son grabados, es decir, con un cincel de roca dura y un percutor fueron tallados los contornos de las figuras. La mayoría están pintados de color rojizo para poder diferenciarse del fondo por que si no sería muy difícil de captar y pasarían desapercibidos. Hay quien argumenta que es el color original de los grabados porque se parece mucho al color ocre de las pinturas rupestres de Alta y otros lugares de Escandinavia y Finlandia pero no se ha podido demostrar. Lo que si es claro es que gracias a ese colorido podemos disfrutar de la innumerable gama de escenas, animales, seres humanos, barcos que nos hacen situarnos perfectamente en esa época ver sus actividades formas de vida y animales que les rodeaban e imaginar cuales eran sus anhelos, peticiones y deseos…
Todo ello esta instalado en un museo al aire libre organizado en varias zonas comunicadas todas ellas por unos caminos de madera por los que transitas contemplando el magnífico paisaje y a su vez protegiendo la fragilidad del entorno que tiene que luchar por sobrevivir a la dureza del invierno y que en primavera y verano aprovecha para poder extenderse, reproducirse y mantenerse en el tiempo.
Los grabados representan alces, osos, perros, lobos, zorros, liebres, gansos, cormoranes, salmones, ballenas y muestran muchas escenas de la vida cotidiana, figuras pescando en embarcaciones, escenas de caza. Una de las escenas más conocidas es “la caza de osos” en la que están representados atacados por dos cazadores con arcos, flechas y lanzas. Otra escena rememora “la recogida colectiva de renos” que se desarrolla en otoño en el momento que los renos están más robustos y las pieles son de mayor calidad reunidos alrededor de una cerca de madera. Este tipo de actividad requería ya un grado de organización avanzado con un reparto de papeles para la recogida y para la distribución de las presas entre los participantes.
Así nos encontramos todo un maravilloso compendio de escenas de la vida cotidiana e incluso rituales como una serie de 7 u 8 figuras de hombres y mujeres en procesión realizando algún tipo de baile ritual. Forman así uno de los legados gráficos más importantes del mundo.
En cuanto a la interpretación de los mismos hay muchas teorías, algunas de ellas los explican como una manifestación de su creencia en los espíritus superiores a los que rendían culto, adoraban y daban gracias y con los que había que mantener una buena relación y los grabados eran parte de esa comunicación entre el mundo de los hombres y el de los espíritus. La situación de los mismos en puestos estratégicos a orillas del mar un punto de conexión entre esos mundos. Así esta región podría ser un lugar de ritual donde se reunían los hombres, quizá también de los alrededores en algunos de sus momentos de parada de la vida nómada para efectuar rituales que aseguraran su continuidad, su bienestar y prosperidad para la siguiente temporada.
Otro de los puntos de interés de Alta es su peculiar catedral: “La catedral de Las Luces del Norte”
Toda ella construida de hormigón y recubierta de hojas de titanio reflejan las diferentes luces y hace unos efectos muy particulares.
Fue inaugurada por la princesa Mette-Marit y diseñada por el arquitecto Schmidt Hammer. Cuando se concibió la idea del templo se pretendía que la Catedral fuera un hito arquitectónico en toda la zona y realzara la importancia de Alta como lugar emblemático para la observación de las luces del norte (auroras boreales) y esto queda bien reflejado en su material y en la forma de espiral de su chimenea que nos lleva la mirada hasta el cielo con sus 47m de altura.
En el interior, la nave central está hecha de hormigón y recubierta por tiras de madera que por su iluminación posterior asemejan a un órgano, y el altar principal tiene una claraboya superior por la que deja entrar luz natural, la pared está pintada de un azul intenso y da un efecto sobrenatural impactante.
Nada más entrar nos encontramos el hueco de la chimenea que desemboca en una sala circular recubierta de velas y con una escalinata dorada que se retuerce y asciende hacia el cielo.
Una iglesia muy original, efectista y dotada además de los mejores medios técnicos tanto de iluminación como de sonido todo ello dirigido digitalmente.
De Alta nos dirigimos hacia Nordkapp pasando en primer lugar por el pequeño pueblo pesquero de Gjesvaer. Una encantadora localidad donde los antiguos barcos de pescadores han transformado su actividad y ahora se dedican al avistamiento de pájaros. Cientos de aficionados van allí atraídos por la riqueza faunística de las islas que se encuentra enfrente, consideradas una verdadera reserva natural, la reserva natural de Gjesvaerstappa.
Así desde el embarcadero y en escasos 10m con BIRDSAFARI llegas a la cadena de islas: Storstappen, Bukstappen y Kirkestappen. Desde el barco empiezas a avistar toda una colonia de miles de alcatraces y gaviotas que en época de cria podrás visualizar y fotografiar a muy poca distancia. Mientras en las alturas parejas de pigargos hacen acrobacias en pleno cortejo nupcial o en otras ocasiones los machos luchan entre ellos disputándose una hembra. Por supuesto colonias de cormoranes, tomando el sol secando sus alas. Con un poco de suerte y si estamos atentos podremos ver alguna foca asomando sus hocicos con curiosidad al paso del barco y por supuesto los increíbles puffins (frailecillos) con sus rápidos vuelos rasantes , este curioso animal mezcla de pájaro y pingüino, baten fuertemente sus alas para mantener su pesado cuerpo a ras de agua a la búsqueda de un suculento bocado que llevarse a sus llamativos picos
Desde la megafonía del barco te van indicando los acontecimientos más llamativos para que no se te pasen y puedas disfrutar al máximo del recorrido de aproximadamente 2 horas de duración.
Es realmente recomendable esta experiencia por la reserva donde te verás inundado de naturaleza y fauna allí donde dirijas la mirada o el objetivo de tu cámara. . http://www.birdsafari.com/index.php/es/
Las carreteras son vías recortadas a los bosques de pinos y abedules que se alternan con zonas de la inmensa tundra todo ello sembrado de innumerables lagos en cuyas aguas cristalinas quedan reflejados los árboles como doblando su belleza. Los renos que campan a sus anchas por todo el territorio puedes encontrarlos a la vuelta de una curva o paseando por plena carretera durante todo el periodo estival posteriormente en el Otoño serán recogidos por los Samis.
Este pueblo indígena, en algún momento en vías de extinción, con mucho esfuerzo ha ido ganando terreno a sus derechos civiles básicos como el que su ganado y ellos mismos puedan desplazarse entre todos los países nórdicos sin problemas de fronteras. Ellos no se consideran de ningún país son de su territorio nórdico ellos lo denominan Sapmi que se extiende por cuatro países Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia.
Son conocidos como los “indios blancos”, es un pueblo, desde sus orígenes, muy vinculado con la naturaleza, viven en estrecha conexión con ella, utilizándola como medio de vida, protegiéndola y adorándola. Su principal medio de vida sigue siendo desde tiempos inmemoriales la ganadería del reno que está exclusivamente reservado a ellos desde los años 70.
Durante muchos años sus territorios fueron poco a poco invadidos debido a la búsqueda de nuevos territorios, buscando nuevos recursos o debido a la expansión del cristianismo. Así mismo se trató de unificar y de que el pueblo sami se incorporara a la cultura occidental incluso promovido desde el gobierno siguiendo una política de asimilación en detrimento de su propia idiosincrasia llegando incluso a prohibir su idioma.
Pero en los años 70 comenzó un movimiento juvenil reivindicativo de sus tradiciones culturales, su lengua su espacio vital sus derechos como indígenas.
Tuvo tanta fuerza que consiguieron que desde 1989 se les reconociera un parlamento propio que es renovado cada 4 años para tratar sus propios asuntos y la constitución estipula que deber ser consultado para tratar temas que le afecten.
Hoy en día únicamente entre un 10 y un 15% de los samis se dedican a la caza, la pesca y la ganadería del reno. Muchos de ellos han salido de sus territorios y se han incorporado a la vida de sus vecinos del sur. Y los que siguen haciendo han incorporado nuevas tecnologías, como el uso de los móviles, tpv para vender sus productos o motos de nieve y han diversificado su actividad incluyendo el comercio de sus artesanías, un turismos ecológico en busca de nuevas experiencias como guias de senderismo, recorridos con los trineos o centros desde donde difunden cultura y reciben a turistas.
Si quieres conocer algo más de este interesante pueblo puedes visitar unos de estos lugares donde te recibirán en su lavvu (tienda hecha con maderas y pieles de reno) con su fuego en el centro y te mostrarán su lenguaje, la forma de vida de sus ancestros, su vinculación y respeto a la naturaleza. Su estrecha relación con los renos a los que utilizan como alimento, beben su leche, sus pieles para hacer sus ropas y sus viviendas, te enseñarán sus herramientas y utensilios de cocina, hechos por ellos mismos, sus trajes tradicionales y te darán a degustar un caldo de reno y mientras podremos escuchar alguno de sus cantos tradicionales llamados joik a capella o acompañados de un tambor que te transportan a otros tiempos. Ya fuera harán algunas de las demostraciones de sus habilidades con el uso del lazo para atrapar a los renos. Todo ello pone de manifiesto como este pueblo ha sabido adaptar su tradiciones más ancestrales al mundo de hoy en día y a pesar de que utilizan todo tipo de medios técnicos a su alcance es todo un mérito seguir luchando por mantener su cultura y su forma de vida que en los meses de invierno se convierte en pura supervivencia pues en algunas ocasiones quedan completamente aislados por la nieve y los temporales durante semanas.
Partimos hacia nuestro próximo y esperado destino: Nord Kapp o Cabo Norte. Siempre se dice que es el punto más septentrional del continente europeo, sin embargo el cabo de Knivskjellodden , que se encuentra justo al lado llega 1.500m más al Norte y tampoco es el punto continental puesto que se trata de una isla (Maregoya). Sin embargo no por ello deja de ser un punto de destino inexcusable que no te decepcionará.
Por tanto para llegar hasta allí desde el continente por la carretera E 69 tenemos que cruzar un túnel de 4 km por debajo del mar. Fue construido en 1999 y tiene de particular que primero baja la carretera hasta 200m por debajo del nivel del mar y luego vuelve a subirlos. Una vez de nuevo en tierra pasaremos por la ciudad de Honningsvag y desde allí a Cabo Norte unos 30 ó 45 minutos.
Una vez que llega a Nord Kapp es una enorme explanada que se divide en varias partes, en primer lugar nos encontramos el monumento “Niños de la Tierra” creado en 1989 por 7 niños de distintas partes del mundo y simboliza la amistad, la esperanza y la alegría a través de las fronteras y que cuando llegamos nos brindó todo un espectáculo con un increíble arcoíris enmarcando el lugar.
Más adelante nos encontramos un gran edificio que comprende una cafetería (que no vendrá mal para tomar al menos un café porque aun en verano las temperaturas y el viento de la zona lo hacen un lugar reconfortante). Debajo del restaurante hay una sala de proyecciones donde proyectan una película panorámica sobre las 4 estaciones y los contrastes de la naturaleza de la zona. En el interior además hay excavado un gran túnel que contiene en primer lugar un conjunto de dioramas representando diferentes momentos de la vida en Cabo Norte, siguiendo el pasillo, después nos encontramos una sala que es una capilla muy original y decorada muy de acuerdo con el entorno nórdico.
Más adelante una auténtica curiosidad, un museo Tailandés, realizado en 1989 en conmemoración al Rey Chulalongkorn de Siam que visitó Cabo Norte, resulta realmente extraño este contraste. Y al final del túnel “La Cueva de la Luz” un espectáculo muy original de luces y sonido.
De nuevo fuera del edificio nos dirigimos hacia los acantilados hasta llegar al punto culminante que todos tenemos en la mente y hemos visto alguna vez cuando hablamos de Cabo Norte. La famosa silueta del Globo Terraqueo que se recorta en el cielo ya sea de la puesta de Sol o del amanecer ya que en este lugar se puede contemplar este magnifico espectáculo ver como en unos minutos el Sol se pone y vuelve a salir de nuevo, el Sol de medianoche. A su vez se puede disfrutar del espectacular paisaje de los acantilados de 300m y de el mar que nos sitúa efectivamente en uno de los confines de la Tierra.
Volvemos a Honningsvag y desde allí vamos a vivir una nueva experiencia tomando unos de los barcos de Hurtigruten. El recorrido parte de aquí y nos llevará a Kirkenes en la frontera con Rusia. Estos barcos tienen unas instalaciones estupendas, restaurantes, salas con vistas al mar y durante el trayecto se podrá disfrutar del magnífico paisaje, pasando por fiordos que empequeñecen el tremendo tamaño de nuestro buque. Por la noche y después de la cena (por cierto buffet de marisco, increíble) todo el mundo se prepara para una tradicional competición entre barcos, ponen música, todo el mundo se disfraza y se sale a borda a la espera de que el otro buque que vuelve pase al lado del nuestro y la competición consiste en a ver quien es el que hace más ruido a si que en cuanto se divisa a lo lejos las luces del barco rival se sube la música y todo el mundo baila canta y grita para formar el mayor estruendo posible, muy divertido.
Una vez que llegamos a Kirkenes nuestra actividad para el día es vivir como se realiza la pesca tradicional del cangrejo real (King crab safari). Nos preparamos en el pequeño puerto pesquero con unos trajes especiales de abrigo puesto que a pesar de estar en el mes de agosto la temperatura puede hacernos pasar un mal rato. Salimos en una pequeña y alargada barca de madera y comenzamos un tranquilo paseo por las aguas del fiordo. El agua está limpia pero los fondo son oscuros, nada nos permite imaginar la riqueza faunística que encierran estas aguas que en invierno alcanzan temperaturas gélidas.
Los pescadores tienen distribuidas sus zonas de trabajo y marcan sus cestas de pesca con unas boyas que van recogiendo de manera alterna a diferentes horas del día. Llegamos hasta una de estas boyas y los pescadores comenzaron a tirar de la cuerda metros y metros hasta que por fin apareció el cesto con el botín unos 15 o 20 ejemplares de estos tremendos cangrejos de aspecto siniestro que son sin embargo un auténtico placer gastronómico.
En el proceso de captura se tiene que cumplir algunos requisitos obligatorios para el mantenimiento de la especie como el tamaño adecuado, que no contenga huevas, que tenga un peso concreto y todos los ejemplares que no cumplen estas premisas son lanzados de nuevo al mar.
De los que nos quedamos únicamente son comestibles las patas por lo que los cuerpos son lanzados también al mar para que sirva de alimento de nuevo.
Después se envía de nuevo la cesta al agua con un trozo de pescado para la siguiente captura. Una vez que repetimos la operación en unos cuantos puntos de pesca nos desplazamos hasta un lugar en la frontera con Rusia donde cocinaron los cangrejos (únicamente hervidos) y tal cual y después de una ceremonia de cantos samis de agradecimiento a los alimentos que vamos a comer pudimos degustar un auténtico manjar para el paladar ya que las patas que son tremendas sin embargo son sumamente jugosas y suculentas, además de frescas, por supuesto, recién pescadas. Un auténtico broche de oro para finalizar este increíble viaje a las Tierras del Norte.